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El defensa holandés de la Copa Mundial de la FIFA 2022, Daley Blind, habría hecho bien en pellizcarse con incredulidad cuando salió al campo para los cuartos de final de la Copa del Mundo del viernes en Qatar contra Argentina. Utiliza un desfibrilador para jugar.
El partido del viernes será el partido número 99 de Blind con Holanda, pero quizás lo más importante para él es que sigue jugando al fútbol a pesar de sufrir dos presuntos infartos en el campo.
Se implanta un desfibrilador cardioversor (ICD) en el pecho del defensor de 32 años, que detecta un latido cardíaco irregular y proporciona una descarga que salva la vida en caso de un paro cardíaco repentino. Es el mismo dispositivo que permitió al danés Christian Eriksen volver a la acción tras sufrir un paro cardíaco durante un partido en la Eurocopa del año pasado.
Uno de los accidentes de Blind ocurrió durante un partido de la Liga de Campeones en 2019 cuando su equipo Ajax Amsterdam jugó contra Valencia. Durante el partido, el jugador se sintió mareado, por lo que rápidamente lo sacaron del campo y lo llevaron al hospital. Se sospechaba de un infarto.